lunes, 3 de agosto de 2015

AMOR A DESTIEMPO

Cuando existe una persona que nos hace amar hasta doler porque el sentimiento fluye en una sola dirección, es cuestión de tiempo el final. Entregamos todo porque cuando el sentir es auténtico se da sin reservas… pero solo recibimos migajas de lo que sabemos que es amor porque lo sentimos y vivimos, pero a veces no es suficiente y nuestros sentimientos mueren. El ser humano necesita reciprocidad en esto también, aunque no sea con igualdad de intensidad buscamos sentirnos amados.

Disfrutamos de lo bueno que nos aporta mientras esté dentro de nosotros, nos hace desplegar las alas con libertad, disfrutar y reír como niños. Pero el amor de pareja siempre es cosa de dos, deja de ser un vuelo agradable cuando nos encontramos solos en el inmenso cielo.

Creo que cuando sufrimos por su causa, debemos abandonar porque el amor… ¡Es amor! No es sufrir, no es sacrificio, no es dolor. Cuando dejamos de sentir, de brillar, de ser auténticos para convertirnos en sombra… es hora de agradecimientos.

Dar gracias por haber provocado tan hermoso sentimiento en nosotros, de vivir a plenitud, de avivar sensaciones adormiladas, de sentir felicidad perenne y sonrisas inagotables… Es tiempo de ser agradecidos pero también de despedidas.

De adiós sin retorno. Saber que fue algo que duró lo que tenía que durar, el diagnóstico de su muerte a veces es desconocido, ni nos preocupamos en saber. Solo nos quedamos con el hecho… Pereció el amor que sentíamos porque probablemente el destino quiso que así fuera.

Ironías traviesas de la vida si tiempo después, es esa persona quién siente real amor por nosotros. Cuando despertamos ese inigualable sentimiento en sus corazones y somos su cielo, donde vuelan en libertad pero solos. Conocer en sus propias entrañas lo que significa amar con todo su ser, con todas sus fuerzas aunque sea hasta doler porque están amando sin ser correspondidos.

No creo sea karma, más bien es dicha… Que les hayan regalado también la oportunidad de amar, de sentir y de volar. Nadie tiene la culpa, solo fue el mismo amor que eligió a las mismas personas pero a destiempos.


-Martha Ferrás-

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