Creo firmemente que el amor
hay que disfrutarlo a plenitud, entregarlo sin cuenta gotas a mano. Cuando se
siente, sé es feliz, se vive con todas las partes de nuestro ser, no se queda ni
una sola célula anestesiada o ausente de un amor completo.
El amor no es complicado, lo
complicamos nosotros cuando comenzamos a cambiar nuestra personalidad, gustos y
toleramos cosas que no haríamos nunca, todo en nombre de “ese sentimiento”. Hay
que aceptar que debemos disfrutar de lo que provoca sentirlo, mientras su
efecto en nosotros sea sano, vivificante
Cuando muestre síntomas de toxicidad hay que
comenzar a plantearse la única solución
posible ¡Dejarlo ir! Que siga su camino esa persona a quién se profesa y
quedarnos con lo hermoso que nos aportó. No tenemos compromiso más importante
que el amor propio.
Sé que cuando se ama a alguien muy
por encima de nuestro propio ser, he amado a ese nivel, he caído también; se
deja de ser quién es, hasta el punto de no reconocerse ante nuestro propio
reflejo y es cuando debemos aceptar que el sentimiento hacia la otra persona no
es del todo puro, no es lo mejor que ofrecemos porque nuestra esencia está
contaminada, perdida.
Perder a alguien que se ama,
no es tan doloroso ni lamentable, comparado con perderse uno mismo por un amor
vesánico, por amar equivocado.
Encontrémonos lo antes
posible, si te ha ocurrido… si te está ocurriendo, que sepas que hay
esperanzas. Que la vida es hermosa cuando se profesa amor propio, cuando nada
nos enturbia el alma… Solo cuando se ama con todas las fuerzas a la persona más
importante del mundo, nosotros mismos, es cuando se está preparado para amar a alguien más.
-Martha
Ferrás-
Buenísimo post Marta.
ResponderEliminarLo cierto es que en temas de amor, generalmente uno ama con todas sus fuerzas sin pensar que pueda llegar un final, y es en el momento en el que llega en el que nos damos cuenta de que habíamos amado tantísimo a otra persona, que lo priorizamos ante nuestro amor propio.
Mientras ese amor funcione .... no lo planteamos si quiera.
Besazo.
Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo que ni tan siquiera nos lo planteamos, esa es la miel del sentimiento, solo que llegados a un punto, si ocurre el infortunio, cuando se vuelve vesánico, es cuando hay que ser valientes y decidir.
Besazo.