Tantos puntos de convergencia en
nuestros caminos no puede ser casualidad, sentir tu energía correr por mis
venas, ver el destello en tus ojos y sentir como calan los míos no puede ser
error divino. Nos decimos a diario que somos dueños de nuestro destino, aun así
es curioso seguir sintiendo esto que me quema cada vez que te siento cerca,
desde hace años la misma sensación, las mismas ganas, la misma excitación pero empeñándonos
en llevar nuestros pasos al polo opuesto de nuestro núcleo.
Eres lo más parecido al hombre
perfecto, reúnes todo lo que deseo en mi vida, mas sigo sin ti. Entre todas las
explicaciones que puedo darme creo que la más acertada es que simplemente nos
hemos encontrado en momentos equivocados, porque indudablemente seguimos siendo
las personas correctas…
-Martha Ferrás-