MATRIMONIO
¿Está
sobrevalorado en la actualidad que vivimos?
Según la RAE Matrimonio
es: Unión de hombre y mujer concertada mediante determinados ritos o
formalidades legales.
Para muchos esa
palabra es una divinidad en toda la extensión de la palabra. Es la validación
de una unión, un compromiso. La seguridad rotunda que el amor se mantendrá vivo
por el resto de los días en pareja. Que fuera de ese sagrado círculo nada lo
corromperá, ni sufrirá mutación lo que siempre se mostró puro.
Para algunos tiene más
fundamento el hecho de que les proporciona un estatus social que va de la mano
con tradiciones arraigadas a un pasado de formalismos y apariencias… De contratos
obsoletos en realidad pero vitales para sus formas de pensar y concepción del
mundo.
¿Una alianza, cumple
realmente con el simbolismo de la unión? Creo que en nuestros días hay muchas personas
que se miran el anular y se preguntan por qué no tienen el valor de deshacerse
de algo que no significa nada ya. O que cuando se lo pusieron por primera vez a
la mente vino una única frase “Qué joya más hermosa, me combina con todo”.
No sé a ciencia cierta qué porcentaje social puede estar de acuerdo conmigo. Puede que resulte
demasiado feminista, créame que no lo soy de extremo, apuesto por la igualdad.
Por lo que confieso que matrimonio para mí, sí es una palabra sobrevalorada.
Una promesa de amor me
significa la mirada sublime de mi pareja y ver ese juramento siempre en sus
ojos, sentir su latir, la veracidad en cada acción. Qué nos cuidemos cuando
estemos enfermos o cuándo solo necesitemos un abrazo, ahí esté con su pecho
desnudo a modo de fuerte impenetrable. Estar siempre el uno para el otro. Bacilar
el mal humor y saber reaccionar. Amar nuestros defectos como nuestras virtudes.
No haya necesidad de sentirse
amenazado por una traición, La confianza es tan vital que es el pilar
fundamental de la relación. Estamos juntos porque así lo deseamos, no porque lo
rige un documento ni una ceremonia religiosa. No quiero otro símbolo de amor
que no sea un despertar con caricias, besos robados y miradas cómplices.
Porque cada día juntos
sea un SÍ QUIERO pero sin ataduras,
sin compromisos…
Solo tratar con respeto la convicción de amarnos y disfrutarnos siempre que
haya amor. Para mí una firma en un contrato o la aceptación delante de un cura,
pasa a un segundo plano.
-Martha
Ferrás
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Gracias
por pasarte y visitar mi blog.
Un tema complicado y polémico que queda servido.
ResponderEliminarNo nos casamos con una persona, sino con tres: La que uno cree que es, la que en realidad es y la persona en que se convertirá como resultado de haberse casado con uno
ResponderEliminarNo nos casamos con una persona, sino con tres: La que uno cree que es, la que en realidad es y la persona en que se convertirá como resultado de haberse casado con uno
ResponderEliminarUn comentario que no podía dejar compartir con uds. De mi Amiga Ruth.
ResponderEliminarImpecable tu concepto del matrimonio.....
Hoy en día el matrimonio solo se utiliza como documento legal para el tema de los hijos, médicos, hacienda....
No es un expresión de amor, es una legalidad social y un buen rato con los amig@s y familia el día de la boda.
Jamás pasó por mi mente casarme, ni pasa, ni pasará porque el amor no necesita ataduras para darle fiabilidad ni perdurabilidad, se alimenta de amor, respeto, constancia, confianza, entrega.........
Ninguna alianza, ninguna boda da estabilidad a una pareja a pesar de que muchos "enamorados" lo quieran afirmar con su "si quiero", a pesar de sus peleas, sus engaños, su aburrimiento, sus costumbres, sus canitas al aire..... Y pocos, muy pocos por verdadero amor.