miércoles, 22 de julio de 2015

EL CAMINO HACIA LOS GRANDES SUEÑOS.

El paraíso de los sueños, no es aquel que se haya en la meta… Ser viajero en el camino de su conquista, es lo verdaderamente sublime.

Todos perseguimos quimeras desde que somos muy pequeños, suelen ser directamente proporcional a nuestra capacidad cerebral evolucionada. Luego está ciertamente los que no les detiene ese pequeño detalle y no ponen límites a sus sueños, prefieren hacerlo a lo grande y luego organizarlo en prioridades para llegar a su término.

Limitar nuestras aspiraciones es lo más parecido a cortar plumas de nuestras alas. Si creemos que algo se nos queda grande, así será con certeza, porque nuestra mente ya le puso barrera, delimitó lo que en principio es materia ilimitable… La inseguridad y miedo al fracaso provocan en muchos casos abandonar los sueños o sustituyéndolos por migajas de lo que una vez fue una gran ilusión.

Por el contrario, las personas que defienden el valor de un sueño, son grandes por definición, son fuertes y tienen fe en sí mismas, suelen apostarlo todo por conseguir sus ambiciones. Para ellas no existe imposibles, se centran en lo que desean y viven con tranquilidad su presente porque es el día a día lo que hace posible cumplir sus propósitos.

Cada segundo de nuestra existencia, desde que descubrimos lo que anhelamos y decidimos luchar por ellos, hacerlo nuestra quimera, es lo que cuenta. Cada pensamiento, cada acción, cada gota de energía que emitimos sabemos que tiene como destino final materializar su metamorfosis. Verlo convertido en una deseada realidad.

El camino es el verdadero goce porque es el que transitamos cargados de ilusión, energía positiva y fe. Cuando llegamos al final y conseguimos el éxito, después de esos minutos de gloria personal… ya está, se acabó, se nos hace un vacío interior como una carrera de fondo. Ya sabemos que la vanidad del logro es superfluo, dura muchas veces lo mismo que un suspiro.

El tiempo de lucha, de sacrificio, sobrepasando nuestros propios límites, descubriéndonos fuertes… Ese período de nuestras vidas, es la mejor carta de presentación con nuestro verdadero yo interior.

Ese momento en el que nos deleitamos en lo que una vez pareció utopía, gracias a que fuimos lo suficientemente fuertes y soñadores como para llegar hasta ese ansiado final y conquistarlo va camino a ser pasado… No se me ocurre mejor manera de celebrarlo, que yendo a por otra quimera.


-Martha Ferrás-



1 comentario:

  1. Seguro la vida resulta ser bella desde que empieza !! Lindo escrito

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